Mauricio Carreño

Psicólogo de la Universidad Diego Portales, con más de 10 años de experiencia en ejecución de programas y dirección de equipos de diseño, estudios e intervención en niñez, adolescencia y familia, tanto en instituciones públicas como privadas.

Actualmente, es Jefe de la División de Promoción y Prevención, en la Subsecretaría de la Niñez del Ministerio de Desarrollo Social y Familia, a cargo del Subsistema Chile Crece Contigo, el Piloto de las Oficinas Locales de la Niñez y el diseño de la puesta en marcha del Sistema de Garantías y Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes.

Entrevista

“Oficinas Locales de la Niñez: su rol en la prevención”

Importancia del trabajo que realiza la Oficina Local de la Niñez con las comunidades, para entregar socio-educación y herramientas que permitan la resolución de problemáticas, sin el uso de la violencia y a través de la disciplina positiva

  1. ¿Cuál ha sido el impacto para la niñez y sus familias el contar con la Oficina Local de la Niñez?

 Actualmente se encuentra en curso la evaluación de impacto del Piloto Oficina Local de la Niñez (OLN), a cargo del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), quien cuenta con la asistencia técnica del Centro de Investigación Bath Social & Development Reaserch Ltda, de la Universidad de Bath, UK. Esta evaluación busca relevar desde los propios usuarios la percepción de cambio a propósito de la intervención, profundizando en las explicaciones y circunstancias de dichos cambios. Se espera contar con resultados durante el primer trimestre 2022.

 Otros resultados destacados:

 A partir de la evaluación de implementación de la OLN, realizada por el Banco Mundial el año 2020[1] fue posible identificar las fortalezas, debilidades y aspectos claves que debían considerarse en la potencial escalabilidad nacional de la OLN, considerando la opinión del equipo a cargo de la implementación y de las familias usuarias. Estas últimas destacaron que la intervención de la gestión de casos fue un acompañamiento de calidad (vinculo), pertinente (responde a sus necesidades), oportuno (interviene a tiempo), de proximidad (cercanía a su contexto de vida), ecológico (no altera su cotidianidad), flexible (no tiene programación rígida, ’negociable’), personalizado, gratuito y de participación voluntaria. Y volverían a participar en el programa. Asimismo, aquellas familias que participaron del Servicio de Terapia Familiar valoraron positivamente la relación con el/la terapeuta e identificaron cambios favorables a raíz de su participación, mejorando la relación entre los integrantes de la familia y adquiriendo herramientas para abordar situaciones complejas en la crianza. En la misma evaluación se consultó por el nivel de satisfacción con la intervención en distintos aspectos, tales como la claridad en qué consistía la gestión de casos, la privacidad del lugar donde se realizó la intervención, la resolución de los problemas identificados inicialmente, entre otros, dando como resultado un alto porcentaje de satisfacción.

 

  • Respecto a los resultados del piloto a nivel de propósito, se observa a la fecha que[2]:
  • El 92,7% de las familias atendidas por las OLN han mitigado al menos un factor de riesgo luego de la intervención de la OLN y el 62% ha mitigado todos los factores de riesgo identificados al inicio de la intervención. Ello implica, que la OLN logra disminuir la probabilidad de que los NNA sufran una vulneración de derechos.
  • El 83,17% de las familias atendidas por las OLN han fortalecido factores protectores, lo cual se traduce en el un aumento en sus recursos para abordar factores de riesgo.

 

  1. ¿Cuáles son los factores de riesgo que más se repiten en los entornos donde los niños y niñas son más vulnerables a sufrir hechos de violencia?.

Como parte de la estrategia de intervención de la Oficina Local de la Niñez, se han definido 18 alertas territoriales para la identificación, a nivel local, de NNA con riesgo de vulneración. Estas alertas representan una agrupación de factores de riesgo, que abordan dimensiones de entorno, competencias parentales, interacciones familiares, protección familiar, bienestar del NNA, vida social/comunitaria, autonomía y salud familiar.

Considerando las familias que han ingresado a la OLN desde el año 2019 a la fecha, se observa que, en promedio, los NNA presentan 3 alertas territoriales, las que son detectadas principalmente por representantes de instituciones del área de protección social, educación y salud a nivel local[3]. Las alertas con mayor prevalencia son:

 

  1. Dificultad en acceso a redes de apoyo.
  2. Dificultad del padre/madre en el establecimiento de normas y límites.
  3. Necesidades de apoyo en salud mental.
  4. Dinámica familiar y roles difusos.
  5. Condiciones de habitabilidad insuficientes o hacinamiento.

 

Según PNUD (2020)[4], el levantamiento de alertas territoriales permite recabar mayor información de la variabilidad de factores de riesgo que afectan a los NNA, en comparación, por ejemplo, con las alertas de vulnerabilidad de Chile Crece Contigo, las que se concentran en las dimensiones de habitabilidad e ingresos. Asimismo, se observa una variación en el tipo de alerta identificada según el sector al que pertenece la persona que la informa. Por ejemplo, representantes o sectorialistas del Municipio, identifican mayormente alertas territoriales sobre redes de apoyo en salud y educación, en tanto profesionales del área de infancia logran identificar una mayor variabilidad de estas, en tanto aquellos que realizan intervención con NNA, logran identificar una mayor cantidad de alertas por cada NNA. Lo anterior, releva la importancia de contar con redes locales amplias y diversas, de manera de identificar en distintas dimensiones los riesgos que pudieran estar afectando a los NNA y sus familias. Asimismo, los representantes institucionales a nivel local proponen que la misma comunidad se transforme en un actor relevante para identificar a NNA con riesgo de vulneración, ya que sería el propio entorno del NNA donde mayormente sería posible la detección temprana de riesgos. Cabe señalar que, llevar a cabo una estrategia de esta naturaleza, requiere un proceso de formación de la comunidad como actor co-garante, de manera que no sólo contribuya a identificar NNA con factores de riesgo, sino también participe en iniciativas orientadas a mitigar dichos riesgos.

 

  1. ¿Qué tipo de cambios se han identificado al momento de trabajar con grupos más propensos a sufrir vulneraciones?

 

En el análisis de PNUD (2020) se destaca la valoración del piloto de la OLN como oferta de promoción y prevención, la que ayudaría a descomprimir derivaciones a la OPD, desjudicializando los casos. Sin embargo, se menciona -por parte de los sectorialistas o actores de la red local de niñez- que es compleja la diferenciación entre prevención y protección, por lo que sería difícil discriminar entre aquello que es materia de la OLN de aquello que es materia de la OPD o de algún dispositivo más especializado. Por tanto, los representantes institucionales a nivel local plantean la necesidad de capacitación y sensibilización sobre estrategias de prevención. La misma valoración positiva del piloto OLN se identifica en la evaluación de implementación realizada por el Banco Mundial, donde se destaca la propuesta innovadora en materia de prevención, destacando la personalización de la atención basada en los recursos familiares, a través de una relación de apoyo mutuo.

 

A pesar de valorar el dispositivo de prevención que implementa la OLN, tanto los sectorialistas como el equipo OLN a nivel local reconocen que no fue fácil hacer el cambio en las dinámicas de intervención ya instaladas, donde son frecuentes las intervenciones centradas en la judicialización y la reparación. Asimismo, la falta de un modelo preventivo también dificultó la elaboración de un discurso para la invitación de las familias a participar en el piloto, ya que éstas no entendían por qué estaban siendo invitadas a participar de una intervención cuando a sus hijos e hijas no les había sucedido nada negativo. Por tanto, instalar la prevención como parte de las funciones a nivel local implica un cambio de modelo por parte de quienes realizan intervención y ello requiere, como ya se ha mencionado, de capacitación. Conjuntamente, este cambio debe ser percibido por las familias, de manera de evitar que se asocie la prevención con el temor a ser separados de sus hijos. Ello implica integrar este tipo de iniciativas dentro de una política mayor de protección integral, donde distintos actores contribuyan a entregar las herramientas necesarias para que las familias puedan desarrollar su rol de cuidado y protección.

 

Por otro lado, según el informe del Banco Mundial, la instalación del modelo preventivo de la OLN a nivel local implicó un cambio en las prácticas de la coordinación de las redes locales de niñez, puesto que se requiere una red más proactiva y que atienda los temas emergentes en el territorio.

 

En el mismo informe, se menciona la valoración del equipo de gestión de casos de la OLN respecto a la co-construcción del plan familiar, donde se motiva a que cada familia sea protagonista en la definición de las tareas a desarrollar, considerando la opinión de los NNA. Ello implica un cambio en las prácticas de intervención, tradicionalmente asistencialistas, lo que ha generado dificultades para un trabajo más autónomo con la familia.  Asimismo, tanto el equipo de gestión de casos como de terapia familiar consideran positivo las visitas domiciliarias para la realización de la intervención, ya que ello permite entre otros aspectos, conocer en mayor profundidad a las familias y observar aspectos como la dinámica familiar y el entorno, los que pueden ser factores protectores o de riesgo para el NNA. Este tipo de estrategia ha involucrado la flexibilización de las metodologías de trabajo, ya que implica trasladar la intervención desde el espacio de confianza del profesional hacia el espacio donde las familias son las dueñas de casa, equilibrando relaciones asimétricas de poder.

 

  1. Muchos niños, niñas y adolescentes viven en espacios de violencia, lo que lleva a que la normalicen convirtiéndola en un patrón de comportamiento. En estos casos ¿cuál es el trabajo que se hace para prevenir y modificar ese comportamiento?.

 

Como ya se mencionó, parte de las alertas territoriales del piloto de la OLN se vinculan con las competencias parentales e interacciones familiares. Al respecto, a modo de prevenir situaciones de violencia que ocurren en el espacio familiar, los equipos locales de la OLN realizan una serie de actividades que buscan problematizar situaciones que eventualmente podrían conducir a una vulneración de derechos, entregando socio-educación y herramientas para la resolución de problemáticas sin violencia y disciplina positiva, junto con derivación a oferta pertinente. Al respecto, se busca alcanzar como resultado de la intervención que los cuidadores aumenten su confianza en el ejercicio de la parentalidad, mejoren su involucramiento parental, se fortalezcan vínculos familiares y mejoren las relaciones familiares en el hogar.

 

Por otro lado, a partir de las recomendaciones del Comité sobre los Derechos del Niño de 2015 y en particular sobre las Observación General N° 8 del Comité de los Derechos del Niño, “El derecho del niño a la protección contra los castigos corporales y otras formas de castigo crueles o degradantes” de 2006 y la Observación General N° 13 “Derecho del niño a no ser objeto de ninguna forma de violencia” del 2011, la Subsecretaría de la Niñez ha liderado diversas iniciativas en la materia, tales como la implementación del Plan de Acción Nacional de Niñez y Adolescencia 2018-2015, que contiene un resultado estratégico orientado a poner fin a toda forma de violencia contra los NNA, la realización de campañas comunicacionales sobre buen trato (actualmente en preparación una campaña contra la ESCNNA), estudio en curso para la sistematización de protocolos de violencia para su armonización, estudio en curso para la definición de una ruta para abordar ESCNNA y la estimación de un piso de protección social como medida universal para la promoción y prevención de vulneraciones. A ello se agrega la participación de la Subsecretaría de la Niñez en un estudio de UNICEF[5] destinado a identificar los conocimientos, las actitudes y las prácticas sobre violencia hacia los NNA en el espacio familiar. Sobre la base de esta información, se espera elaborar una campaña de difusión para el cambio de comportamiento social hacia la niñez y adolescencia, tomando en consideración los elementos socio culturales que inciden tanto en la adopción de prácticas positivas, como violentas en la crianza.

[1] Evaluación de la implementación del piloto Oficinas Locales de la Niñez – OLN Informe Final. Práctica Global de Protección Social y Trabajo del Banco Mundial (P170622 – Chile).

[2] Se considera el histórico, es decir, convenio 2019 y 2020.

[3] Ver Orientaciones Técnicas para la Implementación del Piloto de la OLN, anexo n° 7, donde se describe el conjunto de 18 alertas territoriales.

[4] Análisis al mecanismo de focalización y levantamiento de alertas territoriales del programa piloto Oficina Local de la Niñez. PNUD, diciembre 2020. Documento de análisis interno para la Subsecretaría de la Niñez.

[5] Estudio sobre Violencia contra los NNA en Chile, estudio de conocimientos, actitudes y prácticas, realizado por la Pontificia Universidad Católica de Chile, Centro de Justicia y Sociedad (CJS) y Dirección de Estudios Sociales (DESUC) para Unicef Chile en 2020, pronto a publicar.

 

Presentación